La historia completa de este grafiti esta aquí.Desde hace un buen tiempo colecciono nombres... bueno más que los nombres son las historias detrás de los nombres lo que me interesa. Revisándolas me di cuenta de que hay varias que no son publicables por aquello del respeto a la intimidad y a las susceptibilidades, sin embargo escogí algunas porque me encantaría que ustedes también me contaran por que llevan su nombre o por que escogieron el de sus hijos.
La primera es Wendy. Como soy imprudente y curiosa de nacimiento le pregunte si era diminutivo de Wendolyn pero resulta que en su caso es diminutivo de Wensday Morning Star. Naturalmente nació un wendsday en la madrugada y sus progenitores por supuesto son hippies de pura sepa y de paso californianos.
Mi amiga Cami, es hija de exiliados argentinos y se llama Camila como el desaparecido compañero Camilo al que encarcelaron el mismo día que a la madre de Cami pero que no tuvo la suerte de ser declarado detenido oficialmente. Ella se llama Camila para no olvidar.
Luego esta Francis, a la que sus 30 y tantos años y su metro cincuenta y uno de estatura le bastan para cargar con el María Francisca que la titula como la menor de siete hermanas. Siete intentos por tener un niño que evidentemente debió llamarse Francisco.
En mi imaginario Laila Nixte, con sus dos lindos nombres, evoca noches perfumadas de luna nueva y cargadas de estrellas en desiertos orientales y selvas Yucatecas. Es una niña clara como el sol, con ojos como cenotes y nombre de oscuridades sugestivas. Puedo imaginarla, todavía en el vientre de su madre, susurrándole entre sueños los nombres que escogió para enfrentarse a este trecho de vida que tiene por delante.
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