Hace unos días encontré en la biblioteca de mi padre una edición de los sesentas del Popol Vuh. Está ilustrada con detalles de códices mayas realmente bellos. Mientras lo ojeaba me tope con esta anotación al margen. Aclaro que Montoya padre, hasta hace unos años, acostumbraba recorrer las compraventas josefinas de libros buscando ediciones o publicaciones que de otra forma son casi imposibles de encontrar. Por eso no me extraña hallar en sus libros ese tipo de anotaciones, cada vez que las encuentro no puedo evitar sentirme un poco voyerista y me pregunto a manos de quienes irán a parar mis libros.
jueves, 4 de junio de 2009
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2 comentarios:
Pues si pasaran a manos de los nietos de Laura y Marco, la vida tendría sentido ;)
Completamente circular... jajajaja.
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