jueves, 30 de octubre de 2008

Príncipes Azules y Trovadores


Hace unos días descubrí que no soy la única que todavía entona esta canción con la misma devoción con la que lo hacia cuando tenia 15 o 16. Escuché a dos amigas cantándola y recordé aquellos años en los que por supuesto nuestra silueta no se dibujaba en la cama de nadie, ni sabíamos al día siguiente lo que haríamos y por supuesto no confesábamos ni una pena. Intuíamos amores cargados de promesas, nuestros olores llenando las soledades de alguno y el día en que escucharíamos el temido: ¿te quedaras? Hoy seguimos sin hablar de uniones eternas, navegamos entre nuestras violencias y ternuras, y aunque nos resulta más difícil entregarnos cual si solo hubiera aun día para amar, seguimos intentándolo. Algo nos dice que no existen los jamases y que, aunque no somos prefectas, nos acercamos a lo que alguna vez soñamos. Simplemente crecimos y cambiamos príncipes azules por trovadores y, algunas veces, por los hombres a los que amamos.

No hay comentarios: